lunes, 29 de septiembre de 2008

Tener razón








Carta XXIII




Hay hombres en este país que tienen por oficio el disputar.
Asistí últimamente a unas juntas de sabios, que llaman conclusiones. Lo que son no lo sé, ni lo que dijeron, ni si se entendieron, ni si se reconciliaron, o si se quedaron con el rencor que se manifestaron delante de una infinidad de gentes, de las cuales ni un hombre se levantó para apaciguarlos, no obstante el peligro en que estaban de darse puñaladas, según los gestos que se hacían y las injurias que se decían; antes los indiferentes estaban mirando con mucho sosiego y aun con gusto la quimera de los adversarios.
Uno de ellos, que tenía más de dos varas de alto, casi otras tantas de grueso, fuertes pulmones, voz de gigante y ademanes de frenético, defendió por la mañana que una cosa era negra, y a la tarde que era blanca. Lo celebré infinito, pareciéndome esto un efecto de docilidad poco común entre los sabios; pero desengañéme cuando vi que los mismos que por la mañana se habían opuesto con todo su brío, que no era corto, a que la tal cosa fuese negra, se oponían igualmente por la tarde a que la misma fuese blanca. Y un hombre grave, que se sentó a mi lado, me dijo que esto se llamaba defender una cosa problemáticamente; que el sujeto que estaba luciendo su ingenio problemático era un mozo de muchas prendas y grandes esperanzas; pero que era, como si dijéramos, su primera campaña, y que los que le combatían eran hombres ya hechos a estas contiendas con cincuenta años de iguales fatigas, soldados veteranos, acuchillados y aguerridos. -Setenta años -me dijo- he gastado, y he criado estas canas -añadió, quitándose una especie de turbante pequeño y negro- asistiendo a estas tareas; pero en ninguna vez, de las muchas que se han suscitado estas cuestiones, la he visto tratar con el empeño que hoy




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Cartas Marruecas.
José Cadalso.

lunes, 22 de septiembre de 2008

Chanquete






Chanquete ha muerto. Pásalo






Chanqt a muerto. pasalo»

Nadie sabe cuántos vieron el funeral de Chanquete allá por los años ochenta. Todos, quizás sin darnos cuenta, lloramos a la vez una pérdida de incalculable interés general. Qué más daba. Nadie se molestaba en medir una audiencia que, mucha o poca y sin otra alternativa que TVE, acababa en la pública sí o sí.


Treinta años después nos advierten del regreso de «Verano azul? ¿Era necesario? En fin. Ahora que los Alcántara deben estar a punto de coincidir en el tiempo con la serie de Mercero resulta que una ley no escrita de la memoria histórica televisiva está resuelta a levantar las fosas de nuestros recuerdos para demostrar que en la conservación del talento audiovisual nada se crea ni se destruye. Sólo se transforma. Y no necesariamente para bien.


Cuesta imaginar la revisión actualizada de aquel grupo de veraneantes de junio a septiembre con los patrones sociológicos de hoy en día, con sus miembros y miembras y las vacaciones de una semana en un complejo con pulseras de todo incluido y cenando a las siete de la tarde.

«Amores, desamores, conflictos paternofiliales, amistad,compañerismo, lealtad...», promete TVE para la repesca de la serie. Pues vale, pues me alegro. Pero que conste que se me hará raro un «SMS. Chanqt a muerto Pasalo». Y mejor no hablemos del politono «No nos moverán».




F. ÁLVAREZ
ABC, 21 de septiembre de 2008.













Puedes ver en este enlace el anuncio de la muerte de Chanquete en la Serie Verano Azul.
http://es.youtube.com/watch?v=YsUBWtdv-UU

sábado, 20 de septiembre de 2008

Medio ambiente. Ese problema...










El toro ecologista







Greenpeace pone una mascarilla a un emblema de Osborne en la A-1 en la Semana de la Movilidad

El toro de Osborne, quintaesencia de lo español, se vuelve ecologista. Activistas de Greenpeace se han encaramado a primera hora de esta mañana a una de las vallas publicitarias de la marca de brandy, situado a las afueras de Madrid por la A-1, para colocarle una mascarilla antihumo. Según la ONG, con esta acción simbólica pretenden "protegerlo" de las emisiones de gases de efecto invernadero de los automóviles. Según informa la organización en un comunicado, el gesto se enmarca en la Semana Europea de la Movilidad Sostenible, que arrancó ayer y que se cierra el 22 de septiembre.



La actuación se suma a los actos que Greenpeace está llevando a cabo en toda Europa de cara a la próxima votación de la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo sobre la limitación de las emisiones de CO2 de los nuevos turismos que se vendan en la Unión.

Además de la mascarilla, los escaladores han descolgado una pancarta en el cuerpo del toro, de unos 14 metros de altura, en la que se puede leer el lema STOP CO2. Según Sara Pizzinato, responsable de la campaña de Transporte de Greenpeace, han elegido el toro de Osborne "como testigo en las carreteras españolas del aumento incesante de las emisiones de CO2 de los vehículos, que en España ya representan el 12% del total y que se han casi duplicado desde 1990". La próxima semana la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo votará un texto legislativo sobre la reducción de las emisiones y, por lo tanto, del consumo de los turismos que se vendan en Europa a partir de 2012.

Con todos estos actos, Greenpeace pretende que los europarlamenarios acuerden un objetivo de reducción de 120 gramos de CO2 por kilómetro para 2012 y que la directiva establezca multas de 150 euros por cada gramo y coche que superen esos límites. La organización ha lanzado un manual que muestra de forma muy visual que es posible cumplir con los objetivos de emisiones de CO2 de 2012 utilizando tan solo la tecnología existente, para demostrar a los políticos españoles que la industria automovilística carece de excusas.
El país, 17 de septiembre de 2008

martes, 16 de septiembre de 2008

Fábulas.






La Zorra
y las Uvas








Es voz común que, a más del mediodía,
en ayunas la Zorra iba cazando.
Halla una parra, quédase mirando
de la alta vid el fruto que pendía.
Causábale mil ansias y congojas
no alcanzar a las Uvas con la garra,
al mostrar a sus dientes la alta parra
negros racimos entre verdes hojas.
Miró, saltó y anduvo en probaduras;
pero vio el imposible ya de fijo.
Entonces fue cuando la Zorra dijo:
-No las quiero comer: «No están maduras».
No por eso te muestres impaciente,
si se te frustra, Fabio, algún intento.
Aplica bien el cuento,
y di: No están maduras, frescamente




Felix Mª de Samaniego