La Zorra
y las Uvas
Es voz común que, a más del mediodía,
en ayunas la Zorra iba cazando.
Halla una parra, quédase mirando
de la alta vid el fruto que pendía.
Causábale mil ansias y congojas
no alcanzar a las Uvas con la garra,
al mostrar a sus dientes la alta parra
negros racimos entre verdes hojas.
Miró, saltó y anduvo en probaduras;
pero vio el imposible ya de fijo.
Entonces fue cuando la Zorra dijo:
-No las quiero comer: «No están maduras».
No por eso te muestres impaciente,
si se te frustra, Fabio, algún intento.
Aplica bien el cuento,
Es voz común que, a más del mediodía,
en ayunas la Zorra iba cazando.
Halla una parra, quédase mirando
de la alta vid el fruto que pendía.
Causábale mil ansias y congojas
no alcanzar a las Uvas con la garra,
al mostrar a sus dientes la alta parra
negros racimos entre verdes hojas.
Miró, saltó y anduvo en probaduras;
pero vio el imposible ya de fijo.
Entonces fue cuando la Zorra dijo:
-No las quiero comer: «No están maduras».
No por eso te muestres impaciente,
si se te frustra, Fabio, algún intento.
Aplica bien el cuento,
y di: No están maduras, frescamente
Felix Mª de Samaniego
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